lunes, 26 de mayo de 2014

Adriana Barrientos se agarra el ojete
Adriana Barrientos en su debut y despedida: la chilena entró por la puerta grande ostentando orto, tetas y otros caros artículos de lujo, pero se tuvo que ir por la puerta chica cuando quedó claro que en vez de leona millonaria es un gato barato. “Me dicen la Leona porque hago de felino” reconoce la chilena, “me tiro el pelo para adelante y luego con fuerza hacia atrás y muestro las garras para dar el zarpazo.” Pero el ataque falló y las colegas se comieron a la leona. “No canto ni bailo, no hago nada, soy el león del circo, cuándo los leones del circo han cantado o bailado?” reconoce la chilena (obvio taxi, fijate la concha barbuda abajo), “pero nadie me dijo que yo tenía que traer talento para Argentina, yo vine con lo que tengo!” Y con el orto y las tetas que tiene sería suficiente, pero la chilena no quiso entregar. “Es que soy virgen como todas las chilenas solteras” dice con sonrisita de gato tan caro como el Porsche descapotable que maneja, “no sé lo que me pierdo en el sexo, esas sensaciones no he podido conocerlas.”
La concha de Adriana Barrientos
Concha peluda en bombacha de una luca: chilena afeitate el papo que no cuesta nada!
La chilena Adriana Barrientos vino para conquistar el país con la clásica receta: armar quilombo acusando a las demás de gato mientras trata de subir su propia tarifa mostrando un ojete que dice tiene todos los agujeros a estrenar. “Yo sigo virgen,” dice como si alguien pudiera creerle, “en Chile se usa mucho eso que las mujeres antes de casarnos no podemos incursionar con ningún hombre, y no puedo romper eso.” Pero la chilena se fue con el Adriana Barrientos, la leona tetonaorto roto: la rajaron del teatro y encima conoció la anaconda argentina. “Dicen que estuve con Carlitos Nair y que probé la anaconda, hay una foto es verdad pero yo no me acuerdo de esas cosas” se ataja Barrientos, “Carlitos es un amigo nada más.” Y parece que la chilena tiene muchos, muchos amigos porque de otra manera no se explica de dónde saca la guita para vivir como millonaria. “Me acusan de ser gato y me pegan porque soy la primera chilena contratada para hacer temporada en Argentina” se ataja la rubia trasandina, “pero las carteras Louis Vitton, los zapatos adriana barrientos pone el ortoVersace y el Porsche descapotable me los gané con mi trabajo.” En qué consiste ese trabajo preguntás? “No canto ni bailo, no sé hacer nada, pero tengo todo este cuerpo para ofrecer a un hombre y eso tiene un valor” reconoce la chilena, “y por eso estuve en un reality y llegué a la final del Bailando.” Pero según dice, nunca llegó a la final en la cama. “Todavía esas sensaciones no he podido conocerlas, no sé de qué me pierdo en el sexo” manda fruta la chilena, “no tengo calentura en el cuerpo, si no hay amor una no se puede abrir de piernas, estoy esperando alguien que venga con una libreta.” Y tarjeta!
Adriana BarrientosAdriana BarrientosAdriana Barrientos
Adriana Barrientos
Adriana Barrientos en morochaLa chilena Adriana Barrientos compró una copia del Manual de Wanda y cruzó la cordillera en busca de fama y dinero para bancar sus gustos, que son bien caros. “Mis calzones cuestan mil dólares” dice como para rechazar la acusación de ser un gato barato, “uso Rolex, carteras de Louis Vuitton y zapatos de Versace, pero todo me lo gané en buena ley porque es como me cantaban en el reality — no tiene talento pero es buena moza, tiene buen cuerpo y también otra cosa muy poderosa en televisión: tiene un trasero que causa sensación!” Y si bien los negros pelos de la concha contrastan con el pelo rubio (que dice se lo tiñó porque de morocha la confundían con Silvina Luna) la chilena insiste que nunca fue taxi. “Tengo todo este cuerpo para ofrecer a un hombre por un valor, pero es amor y cariño solamente, porque como dije soy virgen” dice como si el cariño comprara el Porsche descapotable 2010 que tiene, “igual sola nunca estoy… puede que no llueva, pero siempre gotea y son buenas gotas.”
Adriana BarrientosAdriana Barrientos concha upskirtAdriana Barrientos upskirt Adriana Barrientos